jueves, 5 de febrero de 2009

Empezar a rezar

Puede que estés leyendo este artículo y no creas que Dios existe. Si es así te sugiero que pruebes a hablar con Él, aunque sólo sea por si acaso. Es más que probable que te veas muy sorprendido de Su respuesta. Independientemente de lo que nosotros pensemos o creamos, Él sí que cree en nosotros, y está esperándonos con los brazos abiertos. Si nunca has rezado, si nunca has hablado con Él, puedes estar seguro de que Él lleva toda la vida esperando a que des ese paso.
Cuando yo empecé a rezar, aún no me había acercado a la Iglesia, y a menudo simplemente le preguntaba cosas o le pedía cosas. Después quise rezar las únicas oraciones que me sonaban a duras penas de las clases de religión del colegio público en que estudié de niño: el Padre Nuestro y el Ave María. Sin embargo no las recordaba del todo, y tenía miedo de rezar en público en voz alta (por ejemplo en Misa o en el colegio católico en el que trabajé) porque pensaba que me iba a equivocar. También me daba vergüenza preguntar a alguien que me enseñara esas oraciones, porque tenía la sensación de que se reirían de mi ignorancia. En las catequesis de mi parroquia por fin recibí un librito con un buen compendio de oraciones y otras nociones básicas para la vida de fe de un católico.
Por si estás en el caso que mencionaba antes, incluyo a continuación el Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria, probablemente las oraciones más rezadas a diario por los católicos de todo el mundo. Como me decía un amigo hace poco "no te prives de rezar, que el mundo lo necesita ahora muchísimo".

El PADRE NUESTRO
Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.


El AVE MARÍA
Dios te salve, María ;
llena eres de gracia; el Señor es contigo;
bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María,
Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.


El GLORIA
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.


En el siguiente enlace puedes encontrar también una excelente recopilación de las más importantes oraciones católicas:

http://www.ewtn.com/spanish/prayers/oracion.htm

Un abrazo y gracias por leer. Que Dios te bendiga

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